El Ayuntamiento de Almussafes invita a los vecinos a visitar el Gran Belén de un particular de la población

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Más de 300 figuras integran el conjunto belenístico de Antonio Sallent, que ofrece visitas guiadas gratuitas durante cuatro semanas

Tras dos años y más de 3.000 horas de trabajo invertido por el belenista particular, Antonio Sallent, y por un grupo de colaboradores, la localidad de Almussafes puede preciarse de ofrecer estas Navidades un aliciente añadido a su agenda de actividades festiva. De hecho, a partir del próximo día 8 de diciembre y hasta el mismo día de Reyes, los vecinos y vecinas y aquellos visitantes que lo deseen, van a poder disfrutar de un recorrido guiado por una joya belenística compuesta por más de 300 figuras que recrean, mediante 19 escenas, los momentos más relevantes en torno al nacimiento de Jesús de Nazaret.

El Consistorio de Almussafes colabora con el belenista particular y vecino de la población, Antonio Sallent, en la presentación de este gran montaje, en el que el creador del Belén y miembro del Grupo de Amigos Belenistas, ha dedicado dos años de su vida y una inversión económica nada desdeñable.

El belén se emplaza en un local situado en la Ronda Historiador Lluís Duart Alabarta, número 20 y va a permanecer abierto todos los días, desde el 8 de diciembre hasta el 6 de enero del próximo año, excepto los días 24, 25 y 26. Para poder disfrutar del belén es imprescindible hacer una reserva previa al teléfono 660474354, puesto que se trata de un recorrido guiado de 40 minutos de duración, para el que se limita el grupo a un máximo de 12 personas por visita. Se han establecido cuatro pases por la mañana (a las 11, 12, 13 y 14 horas) y otros tantos por la tarde (17, 18, 19 y 20 horas). “De momento, ya he conformado 23 grupos de visitantes y sería un verdadero orgullo que el máximo número de personas pudiesen contemplar esta obra arte, en la que he invertido tanto esfuerzo e incontables horas de investigación, búsqueda y posterior clasificación”, explica Sallent.

El conjunto belenístico cuenta con medio millar de piezas, puesto que a las 310 figuras humanas y de animales, hay que sumar otras de complementos y elementos de todo tipo, que parecen cobrar vida enmarcadas en una escenografía arquitectónica espectacular. De hecho, los visitantes van a realizar un viaje cronológico que va desde la Sinagoga – Pueblo de Nazaret, hasta la ciudad Santa de Jerusalén, donde Jesús – ya con 12 años de edad – se dirige en el Templo a los Doctores de la Ley. Un total de 19 escenas, ambientadas con diálogos y música y con cuidados juegos de luces, narran la historia del nacimiento de Jesús que empezó a gestarse hace 2.000 años, puesto que el conjunto belenístico arranca algún tiempo antes, cuando María y José todavía no se habían desposado, continua en Belén con el alumbramiento de María, y relata su viaje a Egipto, donde se vieron obligados a huir para eludir las amenazas del Rey Herodes.

El fruto de un arduo trabajo

Aunque la pasión de Sallent por los belenes se despertó hace más de quince años, viviendo etapas de participación y colaboración en diferentes montajes, su verdadera dedicación como apasionado belenista se inició en el año 2009, cuando empezó a adquirir piezas a escultores españoles de reconocido prestigio y reconocimiento nacional e internacional. La búsqueda incansable de las mejores figuras para la creación de este conjunto belenístico monumental se sucedieron durante más de dos años, hasta completar el montaje que se presenta en Almussafes por primera vez estas Navidades, el cual está integrado en un 60 por ciento por piezas de José Luís Mayo Lebrija y en un 40 por ciento por creaciones del escultor Daniel Alcántara, todas ellas dotadas de un tratamiento muy realista, tanto en sus rostros y actitudes, como en el movimiento de las telas, en el interés por el detalle y en el acercamiento a las costumbre de la época de Jesús de Nazaret.

El esfuerzo de Sallent ha contado en todo momento con la colaboración de Rafael Alberola, quien se ha encargado de la instalación eléctrica y del montaje de la estructura que sustenta el belén y que ocupa un área de 40 metros cuadrados, así como del modelista, Pepe Gil, y de otros tantos especialistas que han brindado sus conocimientos pictóricos y ceramistas para completar la obra.

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