Catarroja, Picanya, Beniparrell, Sedaví o Massanassa se han adherido a esta fase inicial del servicio que apuesta por mejorar la seguridad vial y ayudar a acabar con los puntos negros
La Mancomunitat Intermunicipal de l’Horta Sud lleva alrededor de tres meses ofreciendo el servicio de detección de infracciones por saltarse un semáforo en rojo en aquellos municipios cuyos ayuntamientos han solicitado su adhesión en esta fase inicial, tras ser aprobado en sus respectivas juntas de gobierno o plenos municipales. En concreto, el ente supramunicipal tramitó el expediente de adhesión a petición de los seis primeros municipios solicitantes: Catarroja, Picanya, Beniparrell, Sedaví y Massanassa.
Asimismo, son los responsables de cada consistorio en materia de seguridad ciudadana los que han transmitido a la Mancomunitat la cantidad de fotorrojos y las zonas donde debían colocarse. “Sin duda, el objetivo fundamental para la puesta en marcha de este servicio no ha sido el recaudatorio, sino el de ayudar a los municipios de nuestra comarca a mejorar la seguridad vial en sus calles, atendiendo en todo momento las indicaciones de los responsables de cada jefatura de policía que nos han indicado en los seis municipios cuáles eran los puntos negros donde querían que se instalara el servicio para reducir los accidentes”, asegura la Presidenta, Soledad Ramón.
El sistema está instalado en zonas complicadas con alto nivel de tráfico, puntos que ahora están debidamente señalizados para ayudar a los Ayuntamientos a reducir los accidentes de forma considerable. La señalización consiste en una placa donde se advierte al conductor de estar circulando por una zona vigilada de control de tráfico, tal y como marca la legislación vigente. “En estas zonas hay un mayor número de vehículos circulando, y aún con esta advertencia, son muchos los conductores que siguen haciendo caso omiso a las normas de circulación y, lo peor de todo, no sólo ponen en peligro su vida, sino que llevan tres meses poniendo en peligro la vida de los demás, tanto de aquellos conductores que pasan con su semáforo en verde, como de aquellos viandantes que desgraciadamente cruzan en ese momento, sobre todo los niños y personas mayores con menor capacidad de reacción”, añade Soledad Ramón.
El sistema funciona las 24 horas del día y se basa en la captación de la infracción por medio de un vídeo donde se recoge la evidencia del salto de semáforo en rojo, con una secuencia de de al menos 3 segundos tras ponerse en rojo, donde se observa la infracción de forma concluyente. Tal y como matiza la Presidenta, “no podemos justificar a aquellos vecinos que se están saltando de forma reiterada los semáforos alegando que miran bien antes de pasar o que lo hacen de madrugada cuando no hay tráfico, porque los accidentes no entienden de horarios, pero desgraciadamente sí de despistes”.