Sedavi pone cara a los semáforos
LORENA PADILLA
Si usted va conduciendo con su coche por las calles de Sedaví y, de repente, en una de las vías una cara redonda se le ilumina para mostrarle una enorme sonrisa, significará que es usted un buen conductor y que respeta los límites de velocidad. Si por el contrario, la cara que aparece muestra una expresión de tristeza y enfado quiere decir que debería levantar el pie del acelerador inmediatamente. Estos particulares semáforos son la última idea del área de Urbanismo del Ayuntamiento de Sedaví para «sensibilizar a los conductores y a la sociedad del peligro de ir a una velocidad excesiva», tal y como explicó el alcalde, Rafael Pérez.
De manera que si un conductor supera los 40 kilómetros por hora en los tramos donde están situadas estas señales luminosas, el semáforo muestra su enfado con una cara de tristeza, mientras que si se circula por debajo de esa velocidad, el semáforo luce una simpática cara. Además, al pasar con el vehículo al lado de estas señales, la pantalla también indica la velocidad a la que se está circulando en ese momento.
En Sedaví hay un total de cinco semáforos de estas características, todos ellos colocados en lugares «estratégicos», señaló el alcalde. Así, hay uno situado en la calle Doctor Fleming, donde hay un colegio; hay otro en la Calle Valencia, y otros tres en la Avenida País Valenciano, donde hay un instituto. Es decir, los conductores los encontrarán cerca de los centros de estudio y en las principales entradas al municipio.
Funcionan con energía solar
Estas señales de tráfico están enganchadas a farolas, aunque funcionan con energía renovable. Concretamente, se iluminan gracias a la energía solar, tal y como confirmó el alcalde Pérez.
Los vecinos de Sedaví, en general, lo ven como «una manera más divertida para controlar el tráfico», como señaló Pablo. Por su parte, Carlos Ciges, quien es conductor habitual, opinó que «toda ayuda es buena en carretera, porque hay mucho loco suelto al volante». Hay quien, como Marta, lo ve como «una buena idea para enseñar a los más pequeños que no se debe correr con el coche», mientras que Sandra, otra vecina de Sedaví, consideró que «está bien, pero que se deberían poner más grandes porque, soy conductora y la verdad es que no me había fijado bien», dijo.
Lo que sí parece claro es que, muy probablemente, es una de las maneras más simpática de controlar la velocidad en los tramos clave de un municipio.
Vía: Levante